¿Sería difícil si no la conocemos?

Antes de internacionalizar y de dar un bocado de nuestro sazón, nuestro sabor y nuestra historia al resto del mundo, es necesario fortalecer las bases de la cocina venezolana, ya que los conocimientos que manejamos no van más allá de un pabellón criollo, una arepa, una hallaca, un mondongo y algunas otras exquisitas recetas que han tomado una firme posición en el paladar venezolano, dejando atrás a muchas otras. Hemos llegado a un punto en el que un niño de cuatro años sepa decir Mc Donald´s, pero no tenga el mínimo conocimiento de que es una naiboa. Un segundo paso seria explotar nuestros hermosos paisajes turísticos. El archipiélago de Los Roques por ejemplo, que por su belleza atrae a una gran cantidad de visitantes de todas partes del mundo y de nuestro país. Ya con la presencia de extranjeros en el país. Se les ofrecería nuestra propuesta gastronómica, la cual consiste en aperturar una serie de restaurantes donde la constante sea la cocina venezolana, rompiendo con los límites que convierten en rutina el comer venezolano y que la propuesta sea una variedad de platos criollos que vayan desde una Arepa hasta una Olleta de gallo. Y ya seducidos por nuestros atractivos naturales quedaran fascinados con nuestros deliciosos platos.Si esto se realizara en todas nuestras potencias turísticas, las cuales nos sobran y cada una aplicando una propuesta a nivel regional o nacional explotaríamos al cien por ciento nuestros paraísos geográficos y un doscientos por ciento la cocina, nuestra forma de expresarnos gastronómicamente; esto posicionaría a Venezuela a la vanguardia y seriamos punto de referencia gastronómica para el resto del mundo, incrementando el turismo en el país, mejorando nuestra economía y proyectando a nivel mundial nuestra cocina.Otra estrategia seria inaugurar restaurantes y franquicias de comida criolla en varias partes del mundo, pero seria una estrategia muchísimo más arriesgada ya que se estaría bajo una expectativa de aceptación del comensal debido a sus gustos y costumbres a la hora de comer; también debemos tomar en cuenta que no se tiene a favor nuestras bellezas naturales.
Leonardo Cedeño